2.8.15

Mareo

Es como un fuego quemándome en el pecho. Como un monstruo empujando para salir. Un tabique en el medio de mi garganta, un volcán a punto de explotar. Me lastima, me incomoda y me mata. Si no dejo que se libere, me ahogo en mí. Pero si sale... si se libera  puede lastimar y arruinar todo a su paso. Si te daño con estas palabras que tanto quieren salir y tan mal me hacen, voy a asegurarme paulatinamente de que no regreses. Voy a lograr no volver a verte, apagar tu amor. Ya no puedo contenerlo, siento espinas en el corazón y la voz me tiembla. Me duele todo el cuerpo, necesito expresarte que me estoy muriendo. ¿Por qué dedicamos tanto tiempo a escuchar y leer lo que tienen para decir? ¿Por qué alguien leería esto en algún momento? ¿Por qué ese empeño en hablar?  Ese empuje desde adentro a lastimarte, a decir esas palabras que sé que vas a odiar. Es como si mi corazón quisiera dejarte...alejarte.
¿Y vos...por qué querrías escucharme? ¿Por qué te esforzarías por darme calma? ¿Qué te doy yo a cambio de esa cura? Es decir, te daría todo pero...no veo la equivalencia.
Perdés lágrimas, historias, besos, memorias. Sueño, cansancio, esfuerzo, ¿estás cansado, no? ¿Vale esto? ¿Vale lo nuestro? Necesito desahogarme. No es lo que pienso lo que digo. Lo que digo lo pensé, pero lo olvidé. Porque lo que pienso-siento fluye y cambia como las estaciones o peor, como el clima. Con el clima. Como el agua que primero es nube y después lluvia y charco y también vapor que es niebla y nube otra vez. No hay estabilidad en nada, nada que nos rodee y cambie va a perdurar. O sea todo, o sea nada. Nunca. ¿Cambia? Siempre. ¿Para siempre? Nunca. ¿Hay permanencia o eternidad en el fluir de este "todo"? Sí, y todo en realidad es eterno. Aprender es entonces reconocer lo que uno quiso y quiere pero tiene distinta apariencia, distinto parecer. ¿Yo no soy la culpable de querer lastimarte? Es que a veces me levanto con ganas de quererte abrazar y otras te alejo sin dudas, es que no se controla y no se puede remediar. Te odio, te amo, perdón, te extraño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario